El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es uno de los ingredientes más populares de la cocina mediterránea. Debido a su alta calidad y sus beneficios para la salud, ha llamado la atención del mercado mundial. Al ser la aceituna el ingrediente principal del AOVE, su calidad es un factor extraordinariamente importante para la calidad de un AOVE.
La prueba de calidad de la aceituna está relacionada con su sabor, aroma y composición química. En el mercado mundial existen distintas categorías de aceites de oliva: virgen extra, virgen y lampante. Para obtener un AOVE que cumpla las máximas exigencias, se necesitan aceitunas con un nivel de madurez adecuado, controles de producción apropiados y un buen proceso de extracción.
Madurez y calidad de la aceituna
Para obtener un AOVE de gran calidad, las aceitunas deben alcanzar un nivel de madurez adecuado. Normalmente, las aceitunas lo consiguen seis semanas después del inicio de la etapa de maduración. En este momento, se produce un cambio de color y un ligero endurecimiento de la aceituna. En algunas culturas, las aceitunas se dejan en el árbol hasta que caen por su propio pie, este método rentable suele dar lugar a aceitunas de mejor calidad.
Controles de producción
Este es también un factor importante a tener en cuenta, ya que afecta directamente a la calidad del AOVE. El proceso de producción debe controlarse cuando se cosechan y molturan las aceitunas. Esto garantizará la temperatura adecuada para evitar la degradación de la extracción del aceite de oliva.
En el molino, las aceitunas deben pasar por un lavado adecuado y protegerse de las variaciones de temperatura externa. Asimismo, el proceso de extracción debe realizarse mediante prensado en frío o centrifugación. Esto ayuda a preservar los sabores y aromas característicos del AOVE.
Composición química de las aceitunas y el AOVE
El AOVE debe tener un contenido ácido inferior al 0,5% para considerarse de alta calidad. Se trata de un factor esencial, ya que revela el nivel de ácidos grasos y otros componentes asociados a las características y beneficios del AOVE. Al mismo tiempo, las aceitunas deben tener una concentración mínima de polifenoles y vitamina E, sustancias fundamentales presentes en el AOVE y que contribuyen a sus propiedades gustativas y saludables.
El aceite de oliva virgen extra no es sólo un ingrediente indispensable de la dieta mediterránea, sino también un producto que ha alcanzado reconocimiento mundial. Centrarse en la calidad de la aceituna no sólo es importante para el consumidor, sino también una buena práctica para los productores. Una mejor comprensión de la importancia de la calidad de la aceituna es la clave de un AOVE superior.